La portada barroca del Museo de Historia de Madrid, antiguo Hospicio de San Fernando.
Ha pasado prácticamente una década desde que comenzó la transformación del Museo de la Historia de Madrid, el de la famosa portada barroca de Ribera, en plena calle Fuencarral. Diez años de trabajos para cambiarle la cara y las «tripas» a una instalación situada sobre el antiguo Hospicio de Madrid, y que atesora colecciones que recorren la historia de la ciudad.
Unas obras dirigidas por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, experto en museos y responsable también de la transformación del Arqueológico Nacional. El miércoles, finalmente, volverá a abrir sus puertas. En el año 2002 ya se anunciaba su cierre temporal para realizar obras de mejora.
El viejo edificio del Hospicio (de 1722, que se salvó de la demolición al adquirirlo el Ayuntamiento madrileño en 1922) necesitaba algo más que unos arreglos, y a ello se pusieron los responsables municipales.
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Rodríguez Frade comenzó a trabajar allí en 2004, y le ha dado la vuelta totalmente al interior del edificio de Pedro Ribera. Respetando, lógicamente, los elementos protegidos: la primera crujía, la bellísima fachada barroca. Ahora, su siguiente reto es la capilla, que abrirá también al público tras ejecutarse trabajos aún pendientes. «El proyecto de adecuación ya está redactado», explica.Anteriores posts sobre el Museo de Historia de Madrid:
Museo de Historia de Madrid, de noche.
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